“Puttering” o el arte de disfrutar las pequeñas tareas sin presión
En un mundo donde el estrés y la rapidez son pan de cada día, surge un concepto que nos invita a bajar el ritmo y disfrutar de las pequeñas cosas: el “puttering”.
¿Has oído hablar de él? Quizás, si has sentido la necesidad de desconectar del mundo y simplemente relajarte o de hacer tus actividades sin la presión de terminarlas rápido, esta práctica sea para ti.
¿Qué es el “puttering”?
Muy fácil, el “puttering” es el arte de realizar tareas sencillas y cotidianas de forma relajada, sin presión ni expectativas.
Puede tratarse de ordenar un espacio, regar las plantas, hojear un libro o incluso caminar sin rumbo fijo. Pero ojo, no significa hacer “nada”, sino de ocuparse en pequeñas tareas sin exigencias.
A diferencia de otras prácticas enfocadas en la productividad, el puttering no busca eficiencia, sino disfrutar el proceso y permitir que la mente divague libremente.
Beneficios de esta práctica
Incorporar el puttering en la rutina diaria puede traer múltiples ventajas, tanto en lo mental como en lo físico.
1. Reducción del estrés
Al no estar ligado a la presión de los resultados, el puttering ayuda a bajar los niveles de estrés y ansiedad. Realizar actividades sin expectativas permite que el cuerpo y la mente se relajen, reduciendo el cortisol, la hormona del estrés.
2. Aumento de la creatividad
Cuando la mente no está ocupada con tareas demandantes, tiene la libertad de conectar ideas de manera espontánea. Muchas soluciones y pensamientos innovadores surgen en estos momentos de calma, cuando la mente puede vagar sin restricciones.
3. Mayor conexión con el presente
El puttering fomenta la atención plena, ayudándonos a disfrutar el momento sin preocuparnos por el futuro ni quedarnos atrapados en el pasado. Esto genera una sensación de bienestar y satisfacción con la vida cotidiana.
4. Fomento del autocuidado
Al practicarlo, estamos priorizando nuestro bienestar. Nos permitimos un respiro de la rutina acelerada, favoreciendo una mejor salud mental y emocional.
5. Mejora del enfoque y la concentración
A pesar de que parece lo contrario, realizar pequeñas tareas sin presión puede entrenar nuestra capacidad de enfocarnos en una sola actividad a la vez, lo que después se traduce en una mejor atención en otras áreas de la vida.
¿Cómo aplicar el “puttering” en tu vida?
Solo necesitas dedicar unos minutos al día a realizar alguna actividad que te guste y te relaje, sin la presión de tener que ser productivo. Lo importante es disfrutar del momento presente y dejar que tu mente descanse y se relaje.
- Empieza con pequeñas tareas: puedes empezar con 10 o 15 minutos al día y poco a poco ir aumentando el tiempo.
- Elige actividades que te gusten: lo importante es que disfrutes de la actividad que elijas. No te fuerces a hacer algo que no te gusta solo porque crees que es relajante.
- Desconecta del mundo: apaga el celular, la televisión y cualquier distracción que pueda interrumpir tu momento de “puttering”.
- No te presiones: ¡No tiene que ser perfecto! No te preocupes si no logras relajarte al 100% o si tu mente sigue dando vueltas. Lo importante es intentarlo.
- Hazlo parte de tu rutina: puedes dedicar unos minutos antes de dormir, durante el fin de semana o en cualquier momento del día que te venga bien.